El arte de bordar



Por Graciela M Fernández

Para quienes tenemos más de 50 años, pudimos ver bordar a nuestras abuelas.

Eran verdaderas obras de arte, pasaban horas dibujando con la aguja y el hilo y por que nó, también contando historias en esas telas.

Mi abuela Carmen Rubio, me dejó uno de sus trabajos, que guardo con mucho cariño.



En estos tiempos puedo disfrutar que mi amiga Graciela Smerling, realice con dedicación y creatividad los bordados en tela y con estas palabras define su pasión:

Nos vamos metiendo en la vida. Vamos recorriendo los recuerdos y los llevamos a la tela,

LLegan ahí por nuestra mano y se plasman.





Usamos pedazos de historias, de servilletas, también manteles y fotografías. Presentamos una síntesis de la vida enredada entre hilos.



Bordar también es compartir con otras un momento de la semana. Conversamos, nos miramos y sabemos en que nos parecemos. No sólo nos unen los hilos. Las historias recorren la mesa y nos reímos. Estamos ahí.


    


Bordé más de un año un gran dolor pero esas mujeres me acompañaron y pude seguir bordando y ser escuchada. Y llegué.

¿Adonde llegué? a descubrir un lugar nuevo que me permite juntar colores, aprender puntos y a crear.

Y en esa creación me encontré y con una nueva elección para seguir investigando todas esas telas y lugares que no conocía de mi y que me hacen inmensamente feliz.




























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