Atardeceres poéticos en la Patagonia



Por Graciela M Fernández
Es un lugar turístico por excelencia. La naturaleza trabajó incansablemente en el pulido de sus acantilados. El nombre de Las Grutas, se debe al agua y el viento, que a través de los años dejaron estas formaciones. Todas las temporadas llegan turistas de todo el mundo para disfrutar sus playas y encanto natural.

Es otro de los tantos paisajes de la Patagonia Argentina. Recorriendo desde Buenos Aires, 1079 km, se llega al extremo Norte del Golfo San Matías. Las Grutas en la provincia de Río Negro. Allí las aguas de este inmenso mar se unen, cuando sube la marea, con los acantilados sinuosos y cuando baja, el agua deja libre las delicadas playas.

Los paisajes son increíbles, en pocas horas se modifican como si se hubiera cambiado la imagen de un documental. Con la bajamar quedan extensas playas y se descubren peces, cangrejos, algas, pulpos y otras especies marinas, que en cuestión de horas el mar vuelve a tapar.

Se puede disfrutar del aire libre en la playa hasta las veintiuna horas o más, con luz solar y con la calidez de las aguas que invita al baño nocturno. Hay que tener muy en cuenta los horarios de marea. Se entrega a los turistas un listado para su seguridad y todos deben respetar las indicaciones recibidas.

La multitud que se agolpa en las playas todos los años, puede disfrutar de los inmensos acantilados, las rocas con diversas formas, caracoles de todos los tamaños y atardeceres espectaculares.

Cuando baja el sol, el cielo se pone rojo, el agua golpea sin parar y las aves van buscando refugio para poder descansar. Una de las leyendas de la zona tiene que ver con el atardecer y dice que si alguien se sumerge en el mar en ese momento, su corazón se teñirá con estos colores para siempre.

Conociendo un poquito más

Todos los lugares para visitar quedan a pocos kilómetros y son muy pintorescos. El océano Atlántico, baña las costas provinciales desde la inmensidad de la desembocadura del Río Negro, hasta el límite con Chubut.

En esta gran extensión de paisajes patagónicos se desarrollaron muchas ciudades con sus puertos y balnearios para poder disfrutar el mar.

La variedad es enorme: ´playas solitarias, concurridas, áreas naturales, acantilados, dunas, zona de valles. Conviven en esa naturaleza, lobos marinos, guanacos y ñandúes.

A solo 3 km al sur de Las Grutas, Piedras Coloradas, se impone con una playa, donde el mar color esmeralda, contrasta con el tono rojizo del afloramiento rocoso del período precámbrico, (500 millones de años), que da nombre al lugar y es el elegido para descanso de las embarcaciones de los pescadores artesanales.

La Rinconada, es una playa que se encuentra a 2 km de Las Grutas, con inmensos acantilados, cuando baja el mar se pueden ver cangrejos de todos los tamaños y peces pequeños disfrutando de los surcos de agua que quedaron.

San Antonio Este, queda algo más alejado de Las Grutas, las playas se caracterizan por sus aguas cálidas y una increíble acumulación de conchas de moluscos que cubre su margen superior.

A 14 kilómetros de Las Grutas, una ciudad histórica, San Antonio oeste, que nació como puerto seguro, para la llegada de suministros por vía marítima a la región patagónica. El puerto hizo que se convirtiera en una ciudad importante, luego se sumó el ferrocarril y así se forjó una ciudad próspera en este rincón de la Patagonia.

Hay varios lugares cercanos para recorrer y también para los amantes del turismo aventura, una enorme variedad de posibilidades. Cuando se trate de comer es muy recomendable consultar a los lugareños por el consumo de ostras, almejas, mejillones crudos con un simple agregado de limón y pimienta. Los nativos del lugar preparan el pulpo muy bien. Preguntando a sus habitantes les indicarán el camino más sabroso.

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